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Los saludables también gozan en la Navidad



Todos sabemos que las Navidades más largas del mundo son en Puerto Rico, y este año se hizo sentir más que nunca. Aún no había pasado Halloween y ya las tiendas estaban llenas de decoraciones de la época más linda del año. No obstante, con las festividades vienen muchos factores que pueden comprometer nuestra salud. Entre ellos, tenemos los excesos; estos pueden ser en comida o bebida, las trasnochadas que afectan el descanso y la recuperación, y lo emocional, como el estrés, la nostalgia o la depresión.

Cuando se trata de la nutrición, sabemos que en Puerto Rico celebramos con alimentos que pueden ser altos en grasa, como el lechón y el tan deseado cuerito. Otros pueden ser altos en sodio como el arroz con gandules y los postres que caracterizan la Navidad, como el tembleque y el arroz con dulce.

No obstante, sí es posible celebrar sin aumentar de peso, ya que, como todo, se trata de balance. Te compartimos los siguientes consejos para poder disfrutar sin culpa:

Otro factor que se ve bastante alterado durante la temporada es la rutina del sueño y por ende, nuestro descanso, que influye en nuestro bienestar general. La falta de sueño impacta directamente nuestro metabolismo y nuestros niveles de energía, lo cual, a su vez, afecta nuestra productividad. Además, baja las defensas de nuestro cuerpo, volviéndonos más susceptibles a contraer virus o resfriarnos. ¿Nuestro consejo?

Planifica tanto la fiesta como el descanso: seguramente sabes de antemano cuándo es la fiesta, ya sea en tu casa o en otro lugar. Coordina tiempo de descanso antes y después de la misma para recargar baterías y evitar el desgaste físico.

En términos de salud mental, las Navidades pueden ser una época de muchas emociones. Esto empieza con el estrés que puede ocasionar la prisa por comprar regalos, decorar, los preparativos de las festividades, etc. y se suma a las responsabilidades del diario vivir que ya tiene una persona y puede resultar abrumador. Por otro lado, es una época muy familiar y hay personas que no tendrán la dicha de poderlo compartir con los suyos, ya sea porque tienen compromisos laborales, por la distancia, o por alguna pérdida, ya sea por fallecimiento o por separación. También están nuestros adultos mayores, cuya nostalgia puede aumentar en estas fechas, al recordar lo que un día vivieron y ya no. Para lidiar con estos factores emocionales recomendamos:

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